jueves, 25 de febrero de 2010

SI LA EMPRESA FUERA UNA GUITARRA




Apelo a esta ilustración que se me ocurrió al practicar guitarra después de un par de años sin hacerlo, y me di cuenta que si bien lo que se aprende no se olvida, la falta de buena práctica si puede entorpecer cualquier proceso y conocimiento construido con mucha práctica y mucha dedicación.

Así como la guitarra tiene un sinnúmero de partes cada una ubicada de manera planificada y controlada que juegan un papel indispensable en la elaboración del sonido, que un buen intérprete puede convertir en música generadora de sensaciones; las empresas funcionan de una manera similar, cada empresa es un engranaje de diferentes sistemas que de una manera sincronizada buscan alcanzar los mismos objetivos.

Se me ocurre hacer una comparación corta haciendo referencia a que si la Empresa fuera una Guitarra, su caja de resonancia sería comparable con el lugar o espacio de fabricación de un producto o servicio que en este caso es la música, así como el diapasón diríamos que simula el área Administrativa que contienen los trastes que permiten ubicar los tonos o notas, pero donde quiero profundizar un poco es en la cabeza de la guitarra o también llamada clavijero, que tiene 6 clavijas que permiten afinar cada una de las 6 cuerdas de la guitarra.

Supongamos que la persona encargada de la gestión del talento humano en esta empresa es el interprete de la guitarra, que antes de empezar a tocar y hacer música se cerciora de que este perfectamente afinada, y si alguna de las cuerdas está un poco desafinada el simplemente moviendo la clavija hasta lograr que la cuerda produzca el sonido que él quiere, logra producir acordes compuestos por varias notas que finalmente se traducen en fina música.

La misma función debe cumplir la persona encargada de la Gestión del Talento Humano, para que la empresa funcione de una manera adecuada y pueda producir con calidad y competitividad, es necesario que cada una de las cuerdas o personas estén en perfecta armonía y bien afinadas para que el producto de ese trabajo en equipo sea perfecto y agradable.

A veces se nos olvida que son personas las que logran que las empresas funcionen y que pueden sufrir situaciones externas a la empresa que afecta su estado anímico y emocional, empezamos a tocar sin afinar las partes y por esta razón la armonía se pierde y las empresas entonces producen de manera inadecuada, así como un acorde desafinado no logra la armonía y es incomodo para el oído, un producto de mala calidad o un servicio que no logra satisfacer completamente a los clientes, genera igual incomodidad en nuestros clientes que se traduce en perdidas.
Pero si por el contrario el área de gestión del talento humano logra llevar el ritmo adecuado por un lado, y por el otro ubicar las personas en el traste o lugar correcto y de manera adecuada, refiriéndome a la buena asignación de la remuneración salarial que demuestra el respeto y aprecio por el trabajo de las personas, también la identificación de las competencias de las personas para aprovechar al máximo las habilidades de cada integrante del equipo y simplemente lograr que fluya una pieza musical que como empresa se espera el buen funcionamiento de la misma.

Para no extenderme más solo dejo abierta la invitación para las personas que lleguen a leer este articulo, si nosotros tratamos a las personas como se debe y si las motivamos de la manera adecuada, con respeto, reconocimiento y capacitación lograremos el verdadero objetivo de la gestión del talento humano. Se trata de un principio que se remonta al comienzo de todo y lo dice Dios. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

lunes, 1 de febrero de 2010

Encantador Acosador

Una mezcla peligrosa y casi letal en las empresas hoy día es la que presenta el individuo “Encantador Acosador”. Solamente al escuchar esta expresión, nuestro cerebro nos lleva inevitablemente a pensar en una incoherencia lingüística, podríamos pensar que un personaje Encantador no podría ser un Acosador o que un Acosador no podría llegar a ser un encantador. Para contextualizar esta expresión intentare definirlo.

Encantador: En el ámbito empresarial esta persona es aquella que su personalidad privilegiada le permite ser querido por los demás de una manera casi inmediata, este tipo de persona “Encanta” a los demás con su facilidad de expresión, de entrar en confianza, de iniciar amistad, de mostrar bondad, de parecer la persona que seguramente solucionará los problemas que la empresa posee.

Acosador: El individuo acosador en el término real y habitual es aquella persona que se aprovecha de su poder o altura a nivel jerárquico, que intimida de muchas maneras a sus víctimas. Al pensar en situaciones de acoso, es inevitable pensar en el acoso sexual que es más común de lo que pensamos, pero en este contexto hablaré del acosador moral, que utiliza su autoridad para satisfacer sus necesidades y que no acepta sus errores e intenta culpar a los demás.

Ahora si hablemos del Encantador Acosador, que es un personaje cada día más común, por lo general es una persona que parece exitosa en lo laboral, aparentemente exitosa con su familia, pero que han empezado a utilizar sus grandes habilidades y conocimientos para lograr sus objetivos por encima de quien sea. Gracias a su gran facilidad y su personalidad encantadora hace que sus superiores confíen casi de inmediato y se sientan orgullosos de tenerlo como su colaborador, así mismo con sus subordinados quiénes inicialmente sienten que tienen al mejor jefe del mundo, el más amable, el más comprensivo, el más atento, el más transparente, el más bondadoso, el más acertado, el más capaz, el más amigo, y quizá me quedé corto porque sus cualidades por lo general son innumerables y muy grandes.

Este personaje es consciente de sus cualidades y sabe que puede lograr mucho haciendo uso de ellas, por esta razón se convierte en victimario casi sin darse cuenta, se encarga de aceptar que todas las personas a su alrededor lo admiren y no quieren que este escenario casi perfecto se acabe, por esta preocupación empieza a victimizar a algunos de sus subordinados quiénes a su vez no se dan cuenta que son víctimas hasta que las consecuencias empiezan a afectar su desempeño y peor aún sus vidas. No quisiera dejar esta idea sin dar algún ejemplo que nos permita identificarlo de una mejor manera.

– Juanito fue contratado por un jefe Encantador Acosador y su proceso encantador duro algunos meses, Juanito podría disponer de algunos permisos extras y otras prebendas sin ningún problema, empezó a verse y sentirse beneficiado y privilegiado, sin enterarse aún que era una víctima, un domingo en una ciudad muy lejana de su hogar en un viaje de trabajo cayó en cuenta que hace ya varios meses no pasaba un domingo o un día festivo con su esposa y su pequeña hija, que se estaba perdiendo lindos momentos al lado de su familia, solo porque su jefe encantador se aprovecho de su posición y a Juanito ya le era casi imposible librarse de trabajar un fin de semana, sin pago extra además -.

El final de esta historia no fue el mejor, y en la mayoría de los casos el final no es bueno, por eso es tan importante identificar estas personas para lograr que sus cualidades y habilidades le den buenos resultados a la empresa y no los que sin duda lograran si se le da la libertad que se ganan inicialmente.

Solo me resta aclarar que le llamé “Encantador Acosador” y no “Acosador Encantador” por simple lógica, no olvidemos que siempre esta persona empieza siendo un Encantador, pero si lo permitimos termina siendo un Acosador, cuyo desempeño será menor al esperado y sus resultados y apariencia se irán a pique tarde o temprano.
Lo más triste de todo es que estas personas Encantadoras terminan siendo Acosadoras solamente cuando se lo permiten, y precisamente allí está el reto y a su vez la invitación para empresarios, gerentes, jefes de recurso humano, en fin, para todo líder.
Logremos que esos encantadores con tantas cualidades continúen siendo “Encantadores”.